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Cuando Carlos Menem besó a Isaac Rojas…

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Pocas cosas quedan tan antinómicas marcadas en el estigma de la política y el poder, como el «odio» que el marino Isacc Rojas tenía con el ex Presidente Juan Domingo Perón y el peronismo. El militar fue uno de los principales responsables de su derrocamiento constitucional, pero además uno de los que decidieron el criminal bombardeo a Plaza de Mayo con cientos de víctimas –entre ellos niños- ; o los fusilamientos que llevó e hizo llevar adelante, aún de sus propios camaradas. Sin embargo, hay un hecho que parece salirse de la escena y que le da mayor incomprensibilidad a tanto odio acumulado por años, y el comprender de lo que puede ser capaz la endeblez de las convicciones ideológicas. Tal vez exista otra interpretación. No lo sabemos.

En la revista Noticias de Enero de 2004, el periodista e historiador Felipe Pigna le realiza una entrevista a quien fuera uno de los hombres más allegados a Perón: Jorge Antonio.

De la misma extraemos párrafos que son realmente reveladores. Tiene que ver con la muerte del militar y del accionar del ex Presidente Carlos Menem. La verdadera razón del por qué Rojas detiene el bombardeo a la “Cañonera” donde estaba asilado Perón (copete)

¿Cómo conoció a Perón?

En el ’43, pero lo empecé a tratar a partir de 1949. En el ’43 lo había conocido accidentalmente en una reunión social, pero no había tenido mayor trato con él. Yo trabajaba en una empresa llamada Aguirre, Mastro y Compañía, éramos representantes de General Motors y Mercedes Benz. En 1949 lo veo a Perón y le digo que queremos iniciar un proceso de industrialización en el país fabricando camiones. Luego siguió una relación de amistad…

¿Cuándo vio por primer vez a Evita?

La primera vez en el ’49. Fuimos a hacer una visita protocolar. Después la traté bastante en el año 51, cuando trajimos una cantidad de automóviles que ella distribuyó entre los taxistas. Hubo una licitación para traer automóviles. Estaba prohibida la importación en ese momento.

Se habla mucho de la corrupción del peronismo.

No había corrupción. En el peronismo no hubo corrupción. Nadie tiene más pruebas que yo.

“Perón era un político, un gran político. Pero no se conmovía. Eva se conmovía y sufría. Sufría por los pobres y sufría por los necesitados y sufría por los niños y sufría por los viejos. Y así se mató. Así se murió pobrecita, sacrificándose por todos ellos”.

¿Por qué cree que comenzó el conflicto con la Iglesia?

No existió un conflicto con la Iglesia. Existió conflicto con algunos curas, principalmente con Tato y Novoa. Porque ellos dos fueron los que iniciaron todo el proceso contra Perón. Yo era muy amigo de monseñor Copelo. Y él vivía una preocupación constante por Novoa y Tato. Más de una vez me llamó y me pidió que intercediera ante Perón para que no tomara las ofensas de estos dos hombres como las ofensas de la gente de la Iglesia.

¿Cómo vivió los bombardeos del 16 de junio de 1955 y la caída de Perón?

El 16 de junio a las 3 de la tarde fui a visitar a Perón al tercer piso del Ministerio de Guerra y le pregunté: “Señor, ¿está bien o está preso?”. Y me contestó: “Jorge Antonio, estoy bien, entre camaradas, pero no sé lo que pasa en la calle”. “Hay mucha gente herida y muerta”, le dije. “Fíjese qué terrible. ¿Por qué no terminaron directamente conmigo? Solamente unos paranoicos o degenerados mentales han podido inmolar así tantas vidas inocentes”, contestó.

Y después vino el golpe definitivo. El 16 de septiembre de 1955 Perón me manda a buscar. Me dijo que se iba y que podría irme con él. Me quedé y al otro día que él se fue me detuvieron.

¿Usted lo conoció a Rojas?

Nos visitó en Ushuaia cuando estábamos presos. Para molestarnos. Era un mal tipo. Había sido agregado militar, agregado naval de Perón en Brasil y Uruguay. Tenía la medalla de honor justicialista que se la había entregado Espejo en Puerto Belgrano… Creo que los muchachos se equivocaron de persona cuando mataron a Aramburu.

¿Lo tendrían que haber matado a Rojas?

Claro.

¿Y qué sintió cuando Menem le da un beso a Rojas?

¡Asco! Me llamó el secretario de él, Miguel Ángel Vico, y me dijo: “Venga que se va a llevar una sorpresa”. Cuando fui me dijo: “Sabe con quién está el presidente, ¿no?”. “No lo sé ni me interesa”. “Está con Rojas”. Le dije: “¡no lo puedo creer!”. Me contestó: “Sí, dentro de un ratito se va a ir”. Y al ratito se fue Rojas, y Menem me dijo: “Pase, pase…”. “Usted no tiene vergüenza”, le dije, “señor presidente, ¿cómo puede recibir a semejante monstruo? Tenga un poco de respeto por los muertos. Tenga un poco de respeto por todos nosotros”. Me respondió: “Jorge, la política es la política. Esto es lo que hay que hacer. Tenemos que terminar con los odios…».

El 12 de abril de 1993, a los 86 años, moría Isaac Rojas de un “paro cardiorrespiratorio, no traumático”. Llamativamente uno de los que permaneció varias horas en dicha sala velatoria fue el Presidente Carlos Menem… en un momento –se dice- se agachó para besar la frente del occiso.

“Jorge, la política es la política”… aquel beso parece haberse trasladado en el tiempo…

Los motivos de un beso…

Nadie ignora que la masonería en Argentina contó con grandes prohombres del poder nacional. Desde San Martín, Sarmiento y hasta el mismo Perón. De todo ello hay documentación. Éste último figura en los padrones masones de España. Poco es lo que se ha hablado sobre una situación que pinta los recónditos acontecimientos que nunca ingresaron en la conciencia colectiva. Uno de ellos, es que todos estaban listos para que la Marina bombardeara la “Cañonera” donde se encontraba el Presidente Juan Domingo Perón dispuesto a zarpar para Paraguay. Apenas unos pocos minutos antes de comenzar con la destrucción de la nave es el propio Contralmirante Isaac Rojas quien detiene la acción. Su orden es terminante. Nadie comprendía nada. Tampoco encontró quién le discutiese la decisión. Algunos pocos sabían la verdad.

Es que Perón y Rojas pertenecían a logias masonas y entre ellos, con anterioridad, existieron contactos. Eso le salvó la vida al ex mandatario. Allí radicaba el verdadero sentido del beso en la frente de Carlos Menem al odiado militar por el peronismo, Isaac Rojas. Hay quienes aseguran que los pactos y la hermandad de la masonería superan la propia muerte. ¿¡También Carlos Menem formó parte de la masonería!?


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