Todo comenzó en marzo 2020, con la incipiente pandemia por entonces, en la ciudad de Córdoba. En una discusión familiar, una chica por entonces de 14 años, dijo que su padre la había abusado o manoseado. La madre le creyó a la hija. Hizo la denuncia como hubiera correspondido a una madre tratando de actuar en defensa de la menor ante semejante hecho y el hombre terminó detenido. Padre de la chica y de sus otros dos hermanos.
Su hija Jazmín, al mes confesó a Lorena, su madre, que había mentido, que lo hizo porque estaba enojada con la familia, por lo que Lorena acudió a la Justicia a contar que lo que dijo Jazmín había sido un engaño, por lo tanto su marido estaba detenido injustamente. Pero si la cosa había sido lo suficientemente complicada, de la mano de la Justicia todo se complicaría aún más.
La Justicia, con el Polo de la Mujer en el medio, seguiría adelante con el proceso y nunca escucharon que la acusación inicial había sido una verdadera mentira. «Mi hija confesó que mintió y ahora nadie le cree, quiso declarar en el juicio y no la dejaron». Todo se escapó de las manos.
Han transcurrido los años, pero pese a que Jazmín confesó que mintió, el padre de familia fue condenado y ya hace 3 años y 8 meses que sigue detenido.
Denuncia que el sistema nunca les permitió revertir esta injusticia, que pese a todo nunca la volvieron a escuchar a la hija, quien actualmente tiene 18 años.
Lorena, la madre que le toca vivir esta situación desde hace 4 años, nos fue relatando toda la situación.