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El Membrillo: Un Tesoro Frutal en el Corazón de San Juan- Columna: Raúl Montalvo

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En su columna semanal, el reconocido periodista Raúl Montalvo compartió un interesante análisis sobre el cultivo del membrillo, una fruta que, aunque originaria de Asia, ha encontrado un ambiente ideal en las tierras de San Juan, Argentina. En comunicación con nuestra redacción desde la provincia cuyana, el ingeniero agrónomo que se ha especializado en este cultivo, explicó cómo las condiciones climáticas de la región, secas, cálidas y ventosas, han favorecido la adaptación de este frutal, haciendo que se convierta en una de las variedades más cultivadas y apreciadas de la zona.

El ingeniero detalló que el membrillo, fruto que proviene del Cydonia oblonga, una planta perteneciente a la familia de las rosáceas, ha encontrado en San Juan un entorno similar al de los sectores del norte de España, lugar de donde inmigrantes trajeron la especie siglos atrás. De hecho, se cree que el clima seco, junto a las intensas jornadas de sol y viento, resultan condiciones ideales para el crecimiento de este árbol que, en su forma madura, da como resultado un fruto de color amarillo brillante, con una textura firme y un sabor ligeramente ácido.

Uno de los mayores atractivos del membrillo es su versatilidad. No solo se consume fresco, sino que también se utiliza para la producción de dulces tradicionales, como el famoso dulce de membrillo, un manjar que rápidamente ganó popularidad en Argentina y que hoy en día acompaña a muchas recetas clásicas de la gastronomía local. Los pastelitos y las pasta frolas, con su delicioso relleno de dulce de membrillo, son solo algunas de las preparaciones que se disfrutan tanto en las mesas de los hogares argentinos como en los restaurantes más tradicionales.

El ingeniero también destacó la importancia de este cultivo para la economía local, ya que muchas familias y productores pequeños se han especializado en la producción de membrillo, lo que ha permitido no solo el consumo interno, sino también la exportación a otros países. La adaptabilidad del membrillo, sumada al creciente interés por los productos regionales, ha convertido a San Juan en un referente dentro de la industria frutal.

Así, mientras el dulce de membrillo continúa siendo un imprescindible en las cocinas argentinas, el cultivo de este fruto sigue creciendo en importancia, no solo por su sabor y su aporte gastronómico, sino también por el rol clave que desempeña en la agricultura de la región. San Juan, con su clima único, ha logrado posicionarse como un verdadero emblema del cultivo del membrillo, una tradición que perdura y se enriquece con el paso del tiempo.

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