No hubo ni árbitros equivocándose ni un VAR sospechoso, lo que hubo fue un equipo sin ideas, sin patrón y que jugó el peor partido en lo que va del torneo. Fue sencillamente jugar a nada. Belgrano perdió con Tigre 0-3 en un momento clave del torneo, cuando se definen las cosas, cuando cada punto puede valer un pase a un certamen continental o quedarse con las manos vacías.
El equipo entró pensando un partido, nada le salió y, en lugar de cambiar sobre la marcha, se perdió, se diluyó y los errores de planteo, dispuestos por el entrenador, se agudizaron con variantes que terminaron de desdibujar un equipo que se fue del campo con una derrota amplia en goles, pero mucho más en la forma de jugar el partido.
No salió nada de lo planeado, eso está claro, pero también lo está que cuando el camino se había puesto esquivo, no logró enderezar el rumbo ni con lo que tenía en cancha ni con las decisiones del DT.
Antes de los dos minutos, el Matador de Victoria se puso en ventaja por intermedio de Ezequiel Forclaz. A los 19 minutos del complemento, Nicolás Reniero marcó el segundo en la visita, y a los 33 minutos anotó Cristian Zabala.
El Pirata se quedó con 18 puntos, tercero en la Zona B, por delante de Racing (18) y por detrás de Godoy Cruz, que, tras vencer a Platense, es líder con 21 unidades; segundo quedó Central Córdoba, con 19.
EL PARTIDO DE BELGRANO
Mareado desde el inicio del partido, confundiendo los caminos para llegar a la valla de Tigre y sin un patrón de juego definido, Belgrano se fue al intermedio perdiendo 1 a 0 y con una profunda sensación de frustración.
La visita empezó a jugar con la pelota contra el piso, dejó que el 4-1,-4-1 del Pirata le diera espacios y les ganó la espalda a los volantes. Paradela por la derecha y Molinas por la izquierda fueron metiendo la pelota contra la suela y dejaron que los nervios le ganaran a un Pirata perdido en su propia inoperancia.
Passerini armó una jugada individual que terminó rebotando contra el botín de Luciatti, jugada en la que el Celeste más cerca estuvo de convertir de un gol.
En el complemento, el equipo apenas intentó en el arranque, pero los errores fueron muchos. Así, en la primera contra Losada, el arquero se la quitó del botín a Reniero y en la siguiente, cuando el equipo estaba desplegado en ataque, la visita metió una contra, Rébola cortó mal y Reniero puso el 2 a 0 para bajarle la persiana al partido.
Después llegó el momento de hacer lo que se podía, de jugar a nada y de que entraran unos para que salieran otros y el patrón en campo fuera “a la carga”. Los dos laterales y un volante se fueron para que entraran volantes de juego y extremos. Pero, más que juego, fue confusión lo aportado.
El 3 a 0 decoró el resultado y deja preocupado a todo el pueblo pirata a dos fechas del final de la temporada.
Fuente: Mundo D (La Voz del Interior)