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Terrenos usurpados: desalojo final y una perspectiva más

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Durante las últimas semanas, el tema de los terrenos usurpados en Villa María ha generado una fuerte controversia, con reclamos tanto de vecinos como de particulares damnificados. En videos ampliamente compartidos y declaraciones de residentes, se evidenció que algunos de los usurpadores utilizaban camionetas 4×4 para transportar materiales e instalarse en las parcelas.

El Desalojo Final

Ayer se llevó a cabo el desalojo del último asentamiento denunciado en el amplio predio ubicado entre los barrios «Las Playas», «Los Olmos» y «Padre Mugica». Este operativo se realizó sin disturbios, tras cumplirse el plazo de 72 horas otorgado a los moradores el pasado viernes. Durante la jornada, vecinos y desalojados dialogaron con los medios mientras estos últimos retiraban sus pertenencias del terreno.

Historias desde el Asentamiento

En conversaciones con los desalojados, emergieron nuevos detalles sobre la situación. Muchos afirmaron haber vivido en el loteo durante semanas, meses, e incluso hasta un año. Algunos aseguraron haber ocupado las tierras con el aparente consentimiento de los propietarios, mientras que otros lo hicieron por desconocer quién había heredado las parcelas. En algunos casos, los familiares cercanos les habían facilitado acceso a servicios básicos como agua.

El asentamiento también mostraba signos de organización: terrenos desmalezados y algunos cultivos ya establecidos eran parte del paisaje.

Una Problemática Subyacente

El acceso a la vivienda emerge como el trasfondo de esta situación. Los desalojados compartieron historias repetitivas de dificultades para alquilar o acceder a planes de vivienda. La urgencia de encontrar un techo para sus familias, en particular para los niños —al menos siete menores estaban entre los desalojados—, fue el principal motivo de preocupación expresado.

Reflexión Final

El caso deja en evidencia la necesidad de abordar con urgencia la crisis habitacional en la región. Las historias de estas familias resaltan la vulnerabilidad que enfrenta una parte significativa de la población, así como la necesidad de soluciones habitacionales accesibles y sostenibles. Mientras tanto, el desenlace pacífico del desalojo refleja la importancia del diálogo y la mediación en situaciones tan delicadas como esta.

 


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