Novak Djokovic se impuso ante Carlos Alcaraz en una final épica y gritó campeón en el Masters 1000 de Cincinnati. El serbio, segundo favorito del torneo, jugó un partidazo, logró quebrar la potencia y la juventud del español, número uno del mundo, y se llevó por 5-7, 7-6 (9-7) y 7-6 (7-4) en un partido impresionante, de altísimo nivel, que duró tres horas y 49 minutos.
En el segundo set, parecía que el calor extremo hacía mella del físico del serbio, que tras perder el saque y quedar 1-2 abajo pidió la presencia del médico. Es que en una tarde en la que se llegó a registrar una sensación térmica de 42 grados, Nole acusó fuertes mareos y tuvo que ser atendido en su banco. Pero finalmente se repuso, resistió a la frescura de su rival y recuperó el saque, para llegar al tiebreak. Allí, levantó un match point y estiró el suspenso al tercer y definitivo parcial. Fue 7-6 (7) en otra hora de combate.
En el último capítulo no se dieron respiro y aunque a los dos se los veía por momentos cansados, regalaron puntos increíbles y una enorme exhibición de tenis, que deleitaron al público. Djokovic comenzó un poco mejor y tuvo contra las cuerdas a Alcaraz en el quinto game, en el que dejó pasar dos break points. Y otra vez en el séptimo, en el que insistió y presionó hasta que consiguió robarle el saque al español en la quinta oportunidad que tuvo.
Con la ventaja en el marcador (4-3), Nole sacó a relucir su jerarquía y jugó muy cómodo su siguiente game de servicio, para ponerse 5-3 y quedar a un paso de la gloria. Alcaraz dudó demasiado en el juego siguiente y tuvo que levantar dos match points -el segundo, con un increíble passing paralelo de derecha, casi a la carrera- antes de descontar para el 4-5 y pasarle la responsabilidad a su rival, que salió entonces a servir para el título.
Pero justo cuando no debía dudar y equivocarse, Djokovic dudó. En el décimo game, tuvo dos match points a su favor, pero también le cedió cuatro chances de quiebre a Alcaraz. El murciano aguantó cuando tuvo que aguantar y, con algunas pinceladas de magia, terminó concretando un break, que dejó el set igualado 5-5.
Carlitos sostuvo su saque en un game larguísimo y muy peleado, que duró 8m35 y en el que salvó cuatro nuevos break points. Nole hizo lo propio con más soltura, para volver a forzar un tie break. Y el desempate, mientras los dos luchaban con algunas molestias físicas producto del cansancio, fue de ida y vuelta. Pero luego de que Alcaraz revirtiera una desventaja de 0-3, Djokovic apretó en el cierre y terminó cerrándolo por 7-4.
Fuente: Clarín