Quién sabe que habrá pasado por la cabeza del Director Héctor Godoy todo este tiempo en el que su labor como directivo y docente en la Escuela José Ingenieros estuvo en tela de juicio. Posiblemente no hubo pensamientos felices y capaz se sumaron algunas o varias noches sin dormir. De todos modos, me imagino familiares y amigos brindándole su apoyo en verdaderos momentos agrios. Así, tal y como se pudo observar en las varias marchas que hubo en su apoyo.
Sabiendo que la Justicia entendió que no hubo ningún delito penal en el proceder del docente que fue denunciado por reprender a alumnos que seguramente estaban errados en su proceder, la situación nos obliga a un par de reflexiones. En una sociedad en el que muchos miran para otro lado cuando ven algo desagradable, ahí estuvo un docente tratando de enderezar alguna conducta inadecuada. ¿Cuán grave pudo haber sido la corrección del docente para con los chicos? A sabiendas que la represalia en todo caso nunca fue física.
La educación es cosa de todos
Celebro que en los últimos años se haya puesto en boga el concepto de «comunidad educativa». Es que las escuelas son eso. Todos juegan un rol importante, los directivos, los docentes, los padres, los alumnos, el personal no docente…¡Todos! Los mejores esfuerzos deben ser pensados y hechos para los chicos, sí, para los alumnos; para que aprendan no sólo contenidos, sino también para que aprendan a ser mejores personas, mejores ciudadanos, mejores en todo…
Para que esa comunidad educativa exista, debe haber objetivos comunes principalmente de todos los que son los adultos responsables, o sea, principalmente docentes y padres. Da la sensación que ahí estuvo la falla principal: lo que se debió resolver entre docentes y padres con una reunión, terminó ventilada en tribunales y títulos en los medios escritos, radiales y televisivos. ¿Con qué necesidad se fue tan lejos?
Ponernos de acuerdo
La realidad nos muestra una sociedad conflictiva, llena de violencia y en todo eso entran a a jugar varios factores, como el rol de la Educación en nuestro país. Para empezar a cambiar las cosas, debemos defender trincheras y la escuela es una de esas trincheras. La Escuela, la de todos (no la de una institución en particular) requiere gente tirando para el mismo lado, padres y docentes principalmente. Ese debe ser el primer contrato, el primer punto de acuerdo. Ya como ejemplo tenemos nuestro bendito país, donde las grietas nunca resultaron buenas…
Gabriela Beck