Escribe: Julio Nieto – Días atrás dos hechos lamentablemente, reabrieron el debate sobre los gurús o gurúes financieros en redes sociales.
Por un lado, una tragedia, donde en Burzaco, provincia de Buenos Aires, asesinaron a un ‘trader’ de 19 años en Burzaco: Franco Saulle; y por otro embaucaron al influencer financiero Javier Ferrer, famoso por su «Hola, normal», en casi dos unidades de Bitcoin y 44 de Ethereum (a cotización del día de hoy, en aproximadamente u$s230 mil).
Al margen de analizar las causas en sí, las cuales se encuentran en vía de investigación judicial, las características de promoción de ambos Influencers contienen paralelismos dignos de analizar a fin de prevenir.
Durante el boom de Generación Zoe y otros esquemas piramidales o multinivel desarrollados durante los años de pandemia, me tocó compartir un descargo frente ataques de pseudos Bookers o empresarios cripto en mi ciudad y región. Ante ello, realicé un posteo en mis redes, luego replicado en medios locales y provinciales el cual es de análisis atemporal y veo en necesidad de compartir tras un auge bajo otras modalidades.
Las Finanzas no son Autoayuda
En Villa María fue testigo del mayor esquema Ponzi-piramidal que se tenga registro. El inicio, primero con una “empresa” o “universidad” financiera y de trading que hoy se encuentra en espera de juicio y que llevó a un documental de Netflix: «El vendedor de ilusiones» donde se acusa a Leonardo Cositorto y otro miembros de múltiples estafas, lavado de activos y asociación ilícita.
En aquel entonces, decenas de mensajes invadieron entre mi Messenger, WhatsApp e Instagram consultándome al respecto (incluyendo gente metida en tal organización).
Llevaba tiempo publicando al respecto en diferentes medios de mi ciudad, tal fue el famoso caso de «Soluciones Diarias», «Herbalife», «Nuski», «Flor de la Abundancia» y otros ‘pasamanos’ bajo esta modalidad que siempre se repite.
Frente a ello, me permito recordar algunos ítems a tener en cuenta de notas que escribí en su momento:
– No todo es Kiyoyaki.
Las obras del gurú nipón-americano son recomendables solo para inspiración. El sistema legal, tributario y financiero argentino es inviable para la mayoría de los atractivos postulados del autor. Además, Kiyosaki no tiene historia o carrera en Wall Street, sino más bien vendiendo libros y dando conferencias.
– Las finanzas es una actividad profesional.
El mundo financiero es apasionante. Adentrarse implica conocer y estudiar economía, política, derecho, matemáticas y finanzas. Es una actividad tan compleja que en algunos países se lo categoriza como una ingeniería.
– Los brokers no son ostentosos.
Opero en Bolsa (de forma individual o a través de un agente) desde 2011 y en criptomonedas desde 2016. Mi corta experiencia me mostró que el 80% de los brokers o agentes exitosos que conocí mantienen un bajísimo perfil. No muestran sus autos (algunos ni siquiera tienen), casas, o viajes por el mundo haciendo eco de su éxito financiero.
– No te hacés millonario de la noche a la mañana.
A menos que saques un Quini, Loto o Gordo de fin de año; y a no ser que seas un prodigio analista técnico, lo que más te sucederá en este apasionante mundo será más fracasos que aciertos (sobretodo al principio). No hay fórmulas másgicas ni recetas seguras. Todo es tiempo, estudio, trabajo y concentración.
La vida de un broker es estresante (totalmente alejado de películas como Lobo de Wall Street o Wall Street I y II. Los mejores y reales filmes son La Gran Apuesta y En Busca de la Felicidad).
– Informarse antes de entrar.
Si querés invertir tu dinero no confíes en quien te ofrece ganancias estratosféricas de entrada. Chequeá que la empresa esté registrada, el agente matriculado en la Comisión Nacional de Valores (CNV) y si no tiene denuncias de fraude o estafas en la UIF o Proselac.
Los momentos de crisis son proclives a este tipo de maniobras. Es mi humilde consejo y opinión.
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Para ver, si te interesa la temática: Película «La Gran Apuesta», donde se aborda la crisis financiera del 2008 en EEUU reflejando el verdadero día de un agente de bolsa o broker financiero, lejos de ostentaciones y lujos.