El Ministerio de Salud alemán anunció este lunes la suspensión «con carácter preventivo» del uso de la vacuna contra el coronavirus del laboratorio anglo-sueco AstraZeneca luego de que varios Gobiernos europeos hicieran lo mismo mientras se estudia si problemas de coagulación sufridos por vacunados tienen o no relación con el fármaco.
En un comunicado, la cartera sanitaria señaló que tomó la decisión tras una recomendación del Instituto Médico Paul-Ehrlich, el ente gubernamental a cargo de la aprobación de vacunas, que «considera que (son) necesarios más exámenes», tras casos de formación de coágulos en sangre en personas inoculadas en Europa.
Según precisó en la nota, los coágulos sanguíneos reportados involucraban venas cerebrales, pero no especificó dónde ni cuándo ocurrieron los incidentes.
Al mismo tiempo, señalo que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) decidiría «si la nueva información afectará la autorización de la vacuna y cómo lo hará».
La decisión alemana se suma a la adoptada «por precaución» por otros países europeos -como Noruega, Islandia, Dinamarca, Bulgaria, Irlanda o Países Bajos- para investigar mejor los casos de coágulos de sangre que ocurrieron después de la vacunación.
No obstante, AstraZeneca volvió a afirmar que no hay pruebas de que su vacuna provoque un incremento del riesgo de coágulos en sangre tras haber realizado «una revisión minuciosa» de los datos disponibles sobre los inmunizados en el Reino Unido y la UE.
Andrew Pollard, director del grupo de vacunas de Oxford, aseguró que «hay pruebas muy tranquilizadoras de que no hay un aumento del fenómeno de los trombos aquí en el Reino Unido, donde se han administrado hasta ahora la mayoría de las dosis de Europa».
«Es absolutamente esencial que no tengamos el problema de no vacunar a la gente y correr un enorme riesgo, un riesgo conocido de covid, frente a lo que muestran hasta ahora los datos que hemos obtenido de los reguladores: ninguna señal de un problema», subrayó en declaraciones a la Radio 4 de la BBC.
También la EMA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicaron que «no hay razón para no utilizar» esta vacuna y que no se ha establecido hasta ahora una relación de causa a efecto entre su aplicación y la formación de coágulos sanguíneos, por lo que las personas deberían continuar siendo inmunizadas.
Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, Alemania ha recibido poco más de 3 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca y solo ha utilizado unas 1,35 millones hasta ahora.