El arquero Sebastián Sosa, ex Boca Juniors, le contuvo en el quinto minuto de descuento un tiro penal a Sebastián Villa que le permitió a Independiente seguir firme dentro del lote de cuatro clasificados a la fase final de la Copa de la Liga Profesional por la Zona 2, mientras que el «xeneize» no puede subirse a ese grupo al cabo de siete jornadas de competencia.
Independiente y su director técnico Julio Falcioni ante Boca y Miguel Ángel Russo. Diferentes pero parecidos, o viceversa. Pero en este presente lo que propone «Pelusa», que es a lo que juega el «rojo», se entiende, pero lo del «xeneize», su línea de juego, es inidentificable.
Por eso Independiente, sin brillar y aún a contramano del «paladar negro» que siempre tuvieron sus hinchas, está dentro de los cuatro clasificados para la fase final del certamen en la Zona 2 y Boca, al cabo de siete de las 13 jornadas, sigue afuera.
Ambos venían de perder en la jornada anterior, el local 1 a 0 en Liniers con Vélez, el equipo en que Falcioni surgió como arquero y Russo salió campeón como técnico, y los boquenses frente a Talleres, de Córdoba, 2 a 1 en la Bombonera.
El destino pareció alumbrar a Independiente en la noche de Avellaneda cuando a último momento debió prescindir de Lucas Rodríguez y en su lugar reapareció Gastón Togni, que a los 25 minutos y de cabeza puso en ventaja al dueño de casa.
Hasta ahí el partido era equilibrado, pero en los 20 restantes el local retrotrajo líneas y se dedicó a esperar a un Boca irresoluto y falto de fútbol, al que, por ejemplo, Carlos Tevez hoy le faltó sin aviso, porque nada aportó en los 90 minutos.
Pero esa paridad, acompañada por la medianía futbolística de ambos, merecía una igualdad también en el marcador, y esta llegó a los 10 minutos del segundo período con un gol también de cabeza y en el mismo lugar que el del primer tiempo, el borde del área chica, cuando Carlos Zambrano sacó partido de un centro pinchado del recién ingresado Mauro Zárate.
Lo curioso para los perfiles de ambos entrenadores es que pararon sus equipos con respectivas líneas de tres, con la novedad en Boca de la primera vez como titular en la Liga Profesional de Marcos Rojo y la del juvenil Ayrton Costa en Independiente relevando a Alan Franco, transferido al Atlanta United, de los Estados Unidos.
Sin embargo, ambos sistemas que influyen a la hora de atacar por los costados, no fueron tales en este encuentro, porque se neutralizaron por las bandas y hubo aglomeración de volantes por el medio, lo que sumado a la falta de jugadores creativos en ambos conjuntos, fue letal para cualquier vistosidad que se esperara del clásico.
Por eso el empate estaba totalmente justificado y en los tramos finales parecía sellado, aún cuando Independiente ganó algo de fútbol con el ingreso de Andrés Roa, pero en el descuento la inexperiencia del mencionado Costa, que ya había pagado ante una cortina que liberó a su marca, Zambrano, para que anotara la igualdad, lo volvió a castigar.
Es que el joven uruguayo de 22 años, naturalizado argentino, volvió a saltar con el peruano en el área «roja» con el brazo izquierdo extendido, y allí fue la pelota, mientras el codo de su rival estallaba contra su ceja derecha.
Patricio Loustau cobró el consecuente penal y se perdieron dos minutos mientras el jugador de Independiente se recuperaba, lo que pareció «enfriar» a Sebastián Villa, que venía convirtiendo desde los 12 pasos pero esta vez se encontró con otro uruguayo como el arquero Sebastián Sosa, otro especialista del lado del arco, que terminó atajando en el quinto minuto de descuento para regalarle a su equipo un punto que parecía perdido.
El último penal de Sosa se lo había atajado a Colón, así como en 2018 jugando para Defensa y Justicia, también Togni le había anotado por última vez al «Sabalero». Hoy los destinos se cruzaron para que Independiente «ganara» un punto como local que sumó más que el que Boca atrapó como visitante.