Román Burruchaga (170) logró este martes la victoria más significativa de su carrera tenística por el renombre de su rival. En tres sets, venció a Diego Schwartman (116), exnumeró 8 del planeta, por 6/1, 4/6 y 6/4.
De esta manera, se metió en octavos de final del Córdoba Open, el ATP 250 que se disputa en el Polo Deportivo del Kempes y que reparte 562.345 dólares en premios y puntos para el ránking ATP.
Román Burruchaga tiene 22 años y, tras varias campañas jugando Futures y Challengers está dando sus primeros pasos en certámenes ATP. Y qué mejor que hacerlo venciendo al “Peque” y con el aliento de su padre, Jorge Burruchaga, el exfutbolista que fue campeón del mundo con Argentina en México 1986.
Otro detalle del rincón del vencedor de este duelo es que su entrenador es Leonardo Mayer, ese batallador correntino que hizo de las suyas en el circuito ATP y la Copa Davis (campeón en 2016).
Román estuvo a la altura de las circunstancias y mostró sus condiciones para estar en este nivel. “El Peque”, por su parte, sigue navegando en un mar de dudas que ata su tenis y que hace tiempo lo van retrasando en el ránking. Hace la mímica de cada movimiento cuando puede, pero después, con la pelota en juego, pocas veces fluye. Y se volvió a ir eliminado en una primera ronda de Córdoba.
LO QUE PASÓ EN EL PARTIDO ENTRE BURRUCHAGA Y SCHWARTMAN EN EL CÓRDOBA OPEN 2024
El primer set fue 6/1 para Burruchaga, que hizo lo que tenía que hacer: aprovechar todos los errores cometidos por “el Peque”. Schwarztman intentó trabajar con paciencia los puntos desde el fondo y, por momentos, mostró la aceleración de su drive con top spin que lo catapultó en su momento a ser el 8 del mundo.
Pero el problema es que cerró muchas de esas acciones dejando demasiadas veces la pelota en la red. Rápido, el ex top ten empezó a murmurarse y a abrir los brazos buscando respuestas que no estaban a su alrededor. Tienen que estar dentro de sí. La confianza mermó, aparecieron las doble faltas y el hijo de “Burru” se quedó con la primera manga en 33 minutos.
Los “vamos, ‘Peque’” y un “te queremos, ‘Peque’” intentaron meter en el partido a Diego. Y algunas acciones y gritos del porteño parecían potenciar la sensación. Aunque Burruchaga no aflojó. Con varios servicios al borde de los 200 kilómetros por hora, en el juego pegó bien adelante, atacando la bola, y ganó varios puntos por mérito final propio.
Así, se escapó 4/2. Pero hubo reacción. El drive de Diego empezó a entrar con consistencia y por primera vez su rival empezó a dudar. A tal punto que cerró con una doble falta su servicio que decretó el 6/4 para Schwartzman y el tener que definir todo en un tercer set.
El último segmento tuvo a “Burru” metiendo un rápido 4/1 que le acomodó el panorama y hasta se floreó con lindos drops. Schwartzman peleó hasta el final pero no alcanzó. Y fue 6/4.
Fuente: La Voz del Interior