El pasado domingo estuvo como invitado a ”La Rebelión de los viejos”, en la 99.3, Centro, el arquitecto Carlos Mario Anselmo, villamariense, quien hace más de 42 años está radicado en Ciudad del Cabo (Sud África) donde ejerce su profesión, pero además, se ha dedicado al estudio de los animales que habitan esas tierras selváticas, también las de África. Continente que aclara, debido al incremento de las guerras tribales ya no visita con la frecuencia que lo hacía anteriormente.
Si bien su especialidad es la fotografía y las filmaciones, su experiencia más notoria la adquirió trabajando para algunos de los 21 parques nacionales de Sud África, donde llevaban adelante el seguimiento de distintas especies, muchas de ellas que implicaban no poco riesgo. “He llegado a estar hasta seis meses trepado a la unidad, un Orlan Rover, que servía como vivienda, tratando de observar la conducta de las mismas y, además intentar el ponerle un chips para su seguimiento. Entre otras lo hicimos con las Chitas o Guepardo, los animales de cuatro patas más veloces que hay sobre la tierra. El atraparlos para la instalación de los chips o seguidores no es cosa fácil; también los leones o las hienas, una especie que me fascinó, cazan en forma corporativa, nadie se queda sin comer. Una conducta que se vuelve conmovedora”. Narró lo ocurrido con otras especies.
Anselmo llegó a trabajar con la lente de la máquina para la National Geografic, un mérito solo de pocos. Una experiencia donde la paciencia debe primar. Esperar el movimiento de éstos puede llevar semanas o meses. Pronto en nuestra ciudad, conjuntamente con el AJA (Asociación de Jubilados Argentinos) harán una presentación de fotos y filmaciones y una narrativa de lo que significa ser parte de esas tierras indómitas, donde todo de su alocución tiempo parece poco, insuficiente.
El tema de la caza furtiva no estuvo ausente y explicó sobre un negocio millonario en dólares. El convivir en tribus y lo que trae aparejado. La fascinación de un mundo desconocido para la mayoría de los que habitamos este país se transforma en exponencial para el conocimiento de una cultura lejana y, por momentos de alta crueldad.
Claro que todo no termina ahí, desde hace años viene recorriendo los países más pobres de Asia, África, India, etc. La cultura de la muerte merece un párrafo aparte…